CÓRDOBA: LA COLONIA Y SU LEGADO

Desde el período de dominación hispánica, Córdoba cumplirá un destacado rol: punto relevante del Camino Real entre Buenos Aires y Lima, será asiento de la primera Universidad de nuestro territorio (1613), con dos siglos de antecedencia respecto de Buenos Aires. Esta preeminencia se verá acompañada de un notable esplendor arquitectónico colonial, continuado durante la etapa republicana. Su ubicación estratégica central volverá a favorecerla hacia la mitad del siglo XX, cuando los Planes Quinquenales del presidente Perón la conviertan en un polo industrial aeronáutico, ferroviario y automovilístico de explosivo crecimiento, dotándola a la vez de una vasta red de obras públicas: centrales hidroeléctricas, complejos habitacionales y turísticos y una nueva Ciudad Universitaria.


Región Centro: Córdoba / Parte 1



Región Centro: Córdoba / Parte 2



Región Centro: Córdoba / Parte 3




REGIÓN NOROESTE: LA RAÍZ AMERICANA


El Noroeste Argentino es la región del país en la que la impronta cultural andina se manifiesta con mayor visibilidad. Parte integrante del Tahuantinsuyo prehispánico, ruta obligada a la corte de Lima bajo la Colonia, escenario y lugar de paso durante las guerras por la Independencia, atesora el más rico y completo inventario arquitectónico de la Argentina: desde las ruinas precolombinas de Quilmes o Tilcara, pasando por los magníficos testimonios salteños del período colonial, a la escuela moderna que floreciera en Tucumán durante la primera presidencia del general Perón, el NOA propone una arquitectura de rica diversidad espacial, estilística y tecnológica, en la que caben desde la presencia ancestral del adobe hasta la impronta racionalista del hormigón armado.   


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Región Noroeste / Parte 3



Región Noroeste / Parte 4



REGIÓN NORDESTE: DE LOS JESUITAS AL CHAMAMÉ


Las provincias del Nordeste argentino comparten con el Paraguay, Brasil y algunas zonas de Bolivia las ricas tradiciones guaraní y jesuítica, cuyo testimonio físico más impactante son las ruinas de la extensa red de misiones levantadas por la Compañía de Jesús. Ya en la etapa republicana, se sumará la relevante presencia de la arquitectura italianizante del período confederal, especialmente en Corrientes y Misiones. El desarrollo del Chaco y Formosa será más tardío, al compás de la ocupación militar de los nuevos territorios. A mediados del siglo XX la región en su conjunto se verá contemplada en los planes sociales del primer peronismo, con fuertes aportes en materia de vivienda, salud y educación, y la decidida incorporación de la estética racionalista como símbolo del Estado moderno.


Región Nordeste / Parte 1


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CUYO: LA IMPRESIÓN DE LOS ANDES


Como en el caso de Buenos Aires o el Litoral, la región cuyana señalará la gravitante presencia de la inmigración europea, aquí ligada a la industria vitivinícola de sus provincias; entre ellas se destacará especialmente Mendoza, tanto por su calidad de nudo vital de las comunicaciones con Chile como por haber alojado al campamento del Ejército de los Andes. El urbanismo y la arquitectura de Cuyo han dado cabal respuesta a las condiciones fijadas por el desierto y por el sismo, ya que sus principales ciudades están servidas por acequias y fueron destruidas por terremotos. Este último factor motivará una importante presencia arquitectónica moderna, especialmente visible en la reconstrucción de San Juan tras el sismo de 1944, empresa encarada por el gobierno del general Perón. 


Región Cuyo / Parte 1


Región Cuyo / Parte 2






LITORAL: LA IMPRONTA DE LOS "GRINGOS"


Las provincias del Litoral tendrán un definido período de esplendor arquitectónico durante los años de la Confederación Argentina, cuando bajo la influencia de sus caudillos provinciales se enfrenten al poder absorbente de Buenos Aires y disputen su espacio de autonomía y crecimiento. En tal sentido, ciudades nuevas como Rosario, Paraná y Concepción del Uruguay competirán con las de tradición colonial, convirtiéndose en el asiento natural de buena parte de la afluencia poblacional “gringa” de origen inmigratorio, que a través de la arquitectura italianizante les otorgará una singular impronta de referencia clásica. En el siglo XX -ya convertida en uno de los centros industriales modernos del país-, Rosario se destacará por su notable patrimonio arquitectónico racionalista y Art Déco


Región Litoral / Parte 1


Región Litoral / Parte 2



BUENOS AIRES: COMO UN ESPEJISMO EUROPEO

A partir de la segunda mitad del siglo XIX, Buenos Aires pasa de la categoría poscolonial de “gran aldea” al status republicano de gran ciudad. Este proceso llegará a su clímax durante la década de 1930, en que alcanzará su buscado destino de metrópolis internacional. Al urbanismo de inspiración haussmanniana –perspectivas, boulevards, parques, monumentos- se le sumará la sucesiva incorporación de corrientes arquitectónicas europeas -academicismos italiano y francés, Art Nouveau, Expresionismo y Funcionalismo alemanes, Estilo Náutico francés- y, más tarde, el Art Déco y el International Style norteamericanos. Todas esas influencias serán reconvertidas en nuevas tendencias estéticas que señalarán el sincretismo cosmopolita e inigualable de Buenos Aires.    

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Región Centro: Ciudad de Buenos Aires / Parte 3



Región Centro: Ciudad de Buenos Aires / Parte 4





PATAGONIA: EL PAISAJE COMO INSPIRACIÓN

La Patagonia se integrará a la Nación recién hacia fines del siglo XIX, tras las campañas militares de Roca que llevaron casi al exterminio a los pueblos orignarios que habitaban la región. Territorio de desmesurada extensión, reconoce múltiples realidades regionales. La desolada costa atlántica, ligada a las industrias de la pesca y del petróleo; el Alto Valle del Río Negro, centro de la producción fruti-hortícola y vitivinícola; la zona lacustre cordillerana, polo de la explotación deportiva y turística, y las desoladas mesetas interiores y su cultura lanar -también presente en el área insular fueguina-, generarán una arquitectura que reflejará toda esta diversidad de climas e intereses. En el área marítima sobresaldrá la chapa y la madera; en la andina, la madera y la piedra. Este modelo es visible en la estética pintoresquista de Bariloche, verdadera marca registrada desde la década de 1930.


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REGIÓN PAMPEANA: LO RURAL Y LO URBANO

La posición rectora de la provincia de Buenos Aires por sobre los demás estados del país dará origen a las disensiones civiles que atravesarán todo el siglo XIX, culminando en la federalización de la ciudad de Buenos Aires (1880) y en la consecuente creación de una nueva capital provincial: La Plata. Esta ciudad trazada ex novo -nuestra Brasilia del XIX- será el producto urbanístico más relevante de la Generación del 80, complementado con el crecimiento de otras ciudades igualmente nuevas, como Mar del Plata, Bahía Blanca o Tandil. Pero desde antes de todo este explosivo desarrollo urbano -y en paralelo con el mismo-, la provincia habrá de caracterizarse por un definido perfil rural, con los núcleos arquitectónicos de las estancias como nodo productivo agropecuario.  


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